Amanda Rina

Tuesday, April 18, 2006

HARTO

Hace unos días el director de la empresa en la que paso mis días me llamó a su despacho. Sólo quería leerme la cartilla en plan paternal. No lo soporto. La mayor perla que me despachó fue: "Hay gente que vive para trabajar y otros que trabajan para vivir. Tú eres de estos". Y por si acaso no le había entendido, me lo explicó: "Se nota que tus intereses personales están muy lejos de esta empresa". Por favor, que le den un premio Nobel a ese señor YA.

Lo malo es que, en estas circunstancias, la rabia me pone muy nervioso y se me nubla el cerebro. Prefiero no hablar mucho para no perderme. Porque si empiezo no paro. Le hablaría de mi sueldo de mierda, de que mi jefe inmediatamente superior es un inútil (no, peor que inútil, es simplemente idiota), de que no soporto las risitas y las bromas intelectualoides del enano de mi compañero de mesa, de que los guionistas de "Camera Café" parece que se inspiren en el día a día de nuestra oficina...

Me encantaría marcharme de aquí, pero las ofertas de trabajo que encuentro en Infojobs me deprimen. Con treinta años cumplidos ya eres viejo para ser becario. Por no hablar de los sueldos que se ofrecen. ¿Somos la generación de los "mileuristas"? JA.

En fin, paciencia. Os he visto muy fans de "Sexo en Nueva York", aunque nadie ha querido quedarse con el novio de Charlotte. Este es Craig Bierko, el fugaz novio amante del Jazz de Carrie.



Un (cabreado) beso, anónimo lector.

3 Comments:

  • At Thursday, April 20, 2006 7:37:00 AM, Anonymous Anonymous said…

    ainsss, siempre uno puede soltar las cosas sutilmente, nuzé. Eso sí, hay que evitar decirle al jefe supremo que al jefe de enmedio que ha nombrado es un inútil, nuzé, es como decirle a alguien que el novio que tiene es gilipollas, que no que no...

     
  • At Thursday, April 20, 2006 4:16:00 PM, Anonymous Anonymous said…

    Hola.
    Lo mio con sexo en Nueva York es un flechazo tardío. ¡Dios! ¿como he podido tardar tanto tiempo en darme cuenta de que debía verla?
    He de confesar que nunca me han gustado los tios "guapos" sino los que tienen un atractivo "un no se que" inspirador de suspiros. Me pasa con Steve, el ex de Miranda, y padre de su hijo. Cada vez que le da por llorar me emociono, jajaja. Me encanta.
    Como tu blog. Un abrazo.

     
  • At Friday, April 21, 2006 12:00:00 PM, Anonymous Anonymous said…

    Con los jefes nunca se etiende, a la mayoría no les cuesta nada poner verdes a sus empleados, luego se cabrean si éstos se van de un día para otro dejándoles con un palmo de narices.
    Pero siempre llega el día de la venganza, precisamente cuando cambias de curro (que al final siempre ocurre) y vas a acabar esa última conversación colgando un auricular o cerrando una puerta y pensando "que te den", y al día después estás en un sitio nuevo. :-)

     

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