Nada volverá a ser como antes
Una de las primeras cosas que pensé cuando se acabó mi historia con el Mandarino fue que estaba recuperando mi vida de antes.

Pero no tardé en darme cuenta de que no es así. No puedo recuperar lo que era antes porque ya nada es como era hace dos años y pico. Todo ha cambiado. El silencio en casa, la soledad por las noches, los vacíos en la cama se hacen parecen haber crecido, cambiado de significado y de sentido. Todas esas cosas que ya no se hacen, se dicen, se comparten...
Entonces trato de recordar en todas aquellas cosas que decía a los amigos que se veían en situaciones parecidas a la mía: "la soledad no es tan mala como se dice; no tienes que obsesionarte con el tema; no te preocupes, que todo mejorará; no sabes todos los problemas que tiene mantener una relación; sólo tienes que confiar en el destino; sal y diviertete, que seguro que encuentras a alguien, etcetcetc". Y sí, seguro que son verdad, pero tampoco sirven demasiado como consuelo.
En fin, trataré de mantenerme optimista respecto al futuro.
Y si no, me distraeré viendo esta noche la elección de Mr. España. Después de mucho elegir, creo que me quedo con Mister Zaragoza.

Un (desahogado) beso, anónimo lector.