Amanda Rina

Tuesday, March 28, 2006

El sexo y La Ciudad

La Ciudad por excelencia es Nueva York, claro.

Hace pocos días me compré el libro de Candace Bushnell en el que se basa "Sexo en Nueva York", serie de la que soy bastante fanático. Ya sé que no soy muy original en esto.

El libro es muy recomendable, pero su tono y su argumentos son totalmente diferentes al de la serie. La Carrie literaria es mucho más inestable, más inmadura y mucho menos emocional que la Carrie televisiva. Samantha y Miranda son dos personajes más perdidos en el universo de la clase alta (por no decir altísima) neoyorquina que descibre Bushnell, mucho más crudo, frívolo y neurótico: drogas, fiestas, borracheras y sexo, mucho sexo. ¿Amor? ¿Qué es eso?

Puede que sólo los primeros episodios respeten hasta cierto punto el tono del libro. Después pudo más el toque de Darren Starr, creador de "Melrose Place" y motor de "Sexo en NY". En el fondo, se agradece. A todos nos gusta creer que el amor es más importante que la posibilidad de echar un buen polvo y que el mundo está lleno de mujeres adorables y hombres guapos.

Personalmente, de todos los novios de Carrie Bradshaw, me quedo con Jack Berger, al que daba vida Ron Livingston (tengo debilidad por los bohemios).



Un (televisivo) beso, anónimo lector.

Tuesday, March 21, 2006

MÁS

Cuando el Mandarino me llama "taponcito", me gustaría ser más alto.

Cuando las mancuernas de diez kilos se me resisten, me gustaría ser más fuerte.

Cuando paseo por las tiendas de la calle Fuencarral, me gustaría ser más rico.

Cuando mis amigos cuentan chistes y anécdotas graciosas, me gustaría ser más ingenioso.

Cuando son las siete y media y todo el mundo menos yo se va de la oficina, me gustaría ser más disciplinado.

Cuando pierdo quince minutos por la mañana buscando las llaves de casa, me gustaría ser más ordenado.

Cuando discuto, me gustaría ser más diplomático.

Pero hay días como hoy en que me veo estupendo y sólo me gustaría ser yo. ¿Será cosa del equinoccio?

Y ya que la cosa últimamente va de periodistas, quiero pedir a Cuatro que saqué más en pantalla a Manu Carreño.



Un (eufórico) beso, anónimo lector.

Thursday, March 09, 2006

Miedo

Poco a poco, Cuatro se va convirtiendo en una alternativa interesante a la programación habitual. Los domingos, "Cuarto Milenio"; los martes, "House"; y desde ayer, "Cuatro por Cuatro". El programa comenzó con un reportaje sobre el uso que hace Al Quaeda de Internet. Fue tan interesante como escalofriante. Ahí afuera hay todo otro mundo que realmente nos ve como enemigos y que está disputando una auténtica guerra contra Occidente: videos con clases teóricas sobre terrorismo, imágenes de felices y orgullosos terroristas suicidas dirigiéndose a su martirio, surrealistas canciones, telediarios con el presentador encapuchado. Me pregunto si la "Alianza de las Civilizaciones" podrá ser algo más que una bonita utopía.

Eso sí, mi vena frívola siempre termina saliendo a la luz y, cuando aparecía Jon Sistiaga en la pantalla, no podía dejar de pensar en lo atractivo que es este hombre.



Un (preocupado) beso, anónimo lector.

Wednesday, March 01, 2006

TENGO EL BLOG ABANDONADO

No soy de los que actualizan mucho el blog, lo confieso, pero lo de este año 2006 no es serio.

Creo que todo autor de bitacoras sueña con que la suya esté entre las más leidas y comentadas de la red. De vez en cuando, yo también sueño con la fama cibernética. Pero con este ritmo de dos artículos por mes, va a ser que no. Así que me he planteado Marzo como "El mes de renovación de los propósitos de Año Nuevo" y me comprometo desde aquí a escribir más a menudo. ¿No es la primera vez que lo digo, verdad? Sospecho que Junio será "El mes de renovación de renovación de los propósitos de Año Nuevo".

Puestos a confesar cosas, debo decir que envidio/odio a mis amigas. Han decidido irse a Londres para el puente de marzo y no me dejan ir con ellas. Es un "viaje de chicas". Me vengaré en el puente de mayo con algún viajecito exótico en plan "viaje de mandarinos". Aunque dado el pésimo estado de mis cuentas, puede que el destino exótico no esté más allá de las fronteras madrileñas.

Cada vez tengo más ganas de ir a Nueva York. Especialmente desde que está por ahí ese monumento llamado Gonzalo Miró. Sigo confesando: he estado a punto de comprarme el Hola de esta semana.



Un (penitente) beso, anónimo lector.