El sexo y La Ciudad
La Ciudad por excelencia es Nueva York, claro.
Hace pocos días me compré el libro de Candace Bushnell en el que se basa "Sexo en Nueva York", serie de la que soy bastante fanático. Ya sé que no soy muy original en esto.
El libro es muy recomendable, pero su tono y su argumentos son totalmente diferentes al de la serie. La Carrie literaria es mucho más inestable, más inmadura y mucho menos emocional que la Carrie televisiva. Samantha y Miranda son dos personajes más perdidos en el universo de la clase alta (por no decir altísima) neoyorquina que descibre Bushnell, mucho más crudo, frívolo y neurótico: drogas, fiestas, borracheras y sexo, mucho sexo. ¿Amor? ¿Qué es eso?
Puede que sólo los primeros episodios respeten hasta cierto punto el tono del libro. Después pudo más el toque de Darren Starr, creador de "Melrose Place" y motor de "Sexo en NY". En el fondo, se agradece. A todos nos gusta creer que el amor es más importante que la posibilidad de echar un buen polvo y que el mundo está lleno de mujeres adorables y hombres guapos.
Personalmente, de todos los novios de Carrie Bradshaw, me quedo con Jack Berger, al que daba vida Ron Livingston (tengo debilidad por los bohemios).

Un (televisivo) beso, anónimo lector.
Hace pocos días me compré el libro de Candace Bushnell en el que se basa "Sexo en Nueva York", serie de la que soy bastante fanático. Ya sé que no soy muy original en esto.
El libro es muy recomendable, pero su tono y su argumentos son totalmente diferentes al de la serie. La Carrie literaria es mucho más inestable, más inmadura y mucho menos emocional que la Carrie televisiva. Samantha y Miranda son dos personajes más perdidos en el universo de la clase alta (por no decir altísima) neoyorquina que descibre Bushnell, mucho más crudo, frívolo y neurótico: drogas, fiestas, borracheras y sexo, mucho sexo. ¿Amor? ¿Qué es eso?
Puede que sólo los primeros episodios respeten hasta cierto punto el tono del libro. Después pudo más el toque de Darren Starr, creador de "Melrose Place" y motor de "Sexo en NY". En el fondo, se agradece. A todos nos gusta creer que el amor es más importante que la posibilidad de echar un buen polvo y que el mundo está lleno de mujeres adorables y hombres guapos.
Personalmente, de todos los novios de Carrie Bradshaw, me quedo con Jack Berger, al que daba vida Ron Livingston (tengo debilidad por los bohemios).

Un (televisivo) beso, anónimo lector.